Generalmente, alergias alimentarias como esta desaparecen a una temprana edad, pero otros no corremos la misma suerte y esta perdura en el tiempo, posiblemente para siempre. Por fortuna, podemos encontrar varios productos en el mercado (y cada vez más, ya sea en tiendas especializadas o en comercios a la mano de todos) específicos para nuestro problema (aunque bastante más caros) y otros muchos que no son inespecíficos que se emplean en la vida cotidiana y que están libres de esta proteína.
Así que, aquí estoy, dispuesta a contar lo que como, lo que sé y lo que he encontrado, con la intención de ayudar a hacer más fácil la vida de un alérgico a la proteína de la leche, porque a nosotros también nos apetece zamparnos un helado, una tarta o un batido, o simplemente poder no renunciar a salir a comer a un restaurante o ''de tapas'' con normalidad, con los amigos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario